El tiburón Oceánico tiene el hocico corto y redondeado, con una boca muy grande y parabólica. Sus dientes superiores son anchos, triangulares y muy aserrados, mientras que los inferiores tienen un aserramiento más fino y son estrechos. Los extremos de todas sus aletas son redondeados. La primera aleta dorsal es muy grande y alta, y las escapulares son largas y anchas. Presenta un color gris terroso, con manchas blanquecinas en los extremos de cada aleta. El vientre es de un tono blanco sucio. Su longitud máxima es de 4 metros, aunque normalmente no suelen pasar de los 3,5 metros.
Es común en aguas alejadas de la costa, siendo el tiburón de la familia de los Jaquetones más acostumbrado a las aguas oceánicas. Es muy activo tanto de día como de noche y suele nadar lentamente cerca de la superfície. Normalmente nada en solitario, aunque para comer pueden reunirse grupos muy numerosos. En su dieta entran peces de gran tamaño, cefalópodos, vertebrados (delfines y focas) y en ocasiones carroña y basura. Tiene el hábito de seguir a los pesqueros, causando estragos en las pesquerías pelágicas.
El tiburón Oceánico es un depredador difícil de rechazar. Es muy peligroso, y su principal ventaja es su persistencia: puede permanecer horas controlando a la presa, nadando en círculos a su alrededor, al contrario de el tiburón blanco o el tiburón tigre, que efectúan su ataque por sorpresa y desde abajo. Ataca rápida y bruscamente, y después de un violento y único mordisco, su espera se prolonga hasta que la presa muere desangrada.
Es muy frecuente encontrar peces piloto siguiendo al tiburón Oceánico. El número de éstos varía entre uno y dos docenas, aunque se han llegado a ver más de treinta acompañando al gran escualo. Inicialmente se creía que la función de estos peces era guiar al tiburón hasta su presa, pero más tarde se descubrió que sólo viajaban con éste en busca de protección y alimento, puesto que comen los fragmentos de carne o tejido que se desprenden de la presa cuando el tiburón la sacude mientras la sujeta con las mandíbulas. Además, estos peces son demasiado ágiles y rápidos como para dejarse atrapar por el tiburón Oceánico si éste se irrita.
