Islas Maldivas
Un entorno natural todavía virgen, un clima ideal, hermosas e interminables playas de desierta arena blanca, una población amable y acogedora, y un mar considerado entre los tres mejores del mundo para el buceo, son los atractivos que han convertido estas islas en uno de los destinos turísticos más codiciados.
Aunque sin los extremismos propios de países más meridionales, las Maldivas son musulmanas desde que el marroquí Abdul Barakatul Barbari introdujo el islamismo en 1153. Hasta entonces, los reyes maldivos habían seguido la religión budista.
Los portugueses ocuparon las islas durante algunos años del siglo XVI, hasta que fueron expulsados en 1573. Los ingleses utilizaron la defensa del Canal de Suez como excusa para someter las islas a la tutela de la Commonwealth en 1887.
La importancia estratégica de las islas, demostrada durante
Una nueva revuelta, dirigida contra Didí y la aristocracia que lo apoyaba, transfirió el poder al nacionalista moderado Ibrahim Nasir, quien logró en 1960 la autosoberanía de las Maldivas, aunque confiando todavía a Gran Bretaña la defensa nacional y las relaciones exteriores.
Después de algunas protestas populares contra la tutela británica, el 26 de julio de 1965 el país obtuvo la autonomía como país asociado a la Commonwealth aunque cediendo a Inglaterra la posesión de la base de Gan. En 1968, un referéndum proclamó la república aboliendo el sultanato y por fin el 1995, logró la plena independencia.
La capital es Male. Allí se ubican los principales monumentos del país, que no son muchos ni excesivamente importantes:
En el resto de las islas, lo que se encuentra es mucho más primitivo: pequeños pueblos de pescadores en los que sólo el turismo ha supuesto un cambio para una vida que mantienen como hace siglos.
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