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LA LLEGADA DE LOS ATUNES

La migración de los atunes se espera con impaciencia entre los pescadores del Mediterráneo cuando llega la primavera .Un equipo de Thalassa siguió durante toda la temporada pasada este tipo de pesca en un moderno barco de la Atmella de Mar.

 


 

 

Cada año con la llegada de la primavera, miles de atunes rojos diseminados por el Atlántico, se agrupan en grandes molas impulsados por su instinto, e inician una larga emigración en busca de las cálidas aguas del mar mediterráneo para reproducirse. Su emigración no es ninguna novedad, sucede desde hace siglos.

Los pescadores del estrecho de Gibraltar y del Mediterráneo lo saben, y esperan ávidos su llegada. Igual hoy que ayer, están dispuestos a capturarlos con sus trampas. Por estas fechas las tradicionales almadrabas del estrecho ya están caladas para recibirlos. En ellas caerán cientos de atunes gigantes que pueden llegar a pesar en casos extremos hasta 500 Kg. Vienen de todos lados: del norte de Europa, de Sudáfrica y de la costa este de Norteamérica. Pero la mayor parte de los atunes consiguen sortear las almadrabas y adentrase en el Mediterráneo donde continuará su cacería.

Allí los esperan los barcos palangreros profesionales, que tienen al atún como especie más preciada. Pero también las embarcaciones deportivas que cada año son más abundantes y encuentran en su pesca una emoción sin igual. Pero la mayor parte de las capturas, casi un 50% del total, la realiza la moderna flota de cerco de la Unión Europea, dotada con potentes barcos y las más avanzadas tecnologías de detección.

 

Seguimiento vía aérea

Carlos Santos tiene fama de ser una águila para detectar bancos de atunes, los armadores para los que trabaja confían totalmente en él. Siempre alerta, persiguiendo pistas, Carlos no desfallece guiando al piloto hasta encontrarlos.

Miguel Ángel Martínez lo acompaña en esta inspección y nos explica las dificultades de su trabajo. "El avión no es el barco. Desde aquí arriba, si giras la cara antes de hora puedes perder el banco de atunes. Te juegas mucho, sobretodo cuando se trata de peces grandes. Un banco de esas características puede llegar a los 300 o 400 millones de pesetas".

En el Mediterráneo, la pesca de atún al cerco se realiza por equipos. 4 o 5 barcos se asocian, alquilan los servicios de 2 o 3 avionetas y reparten trabajos y beneficios.

Manel Balfegó, patrón de pesca de la Ametlla de Mar tiene una de las 6 licencias concedidas por la Unión Europea a España para pescar atunes al cerco en el Mediterráneo. El año pasado Manel estrenó barco, “La Frau 2”, equipado con lo último en electrónica que se pueda imaginar. Por fin Manel tiene en sus manos un barco competitivo con el que disputar los atunes a la moderna flota de cerco francesa. “La Frau” lleva todo lo necesario para ello: potabilizadora de agua, fábrica de hielo propia y lo más importante, 2 potentes motores de 1000 cv cada uno.

Cuando se trata de pesca, en el mar no hay amigos y todos son competidores. Las aguas nacionales, una franja de 12 millas a partir de la línea de costa, están reservadas por ley para los pescadores de cada país. Las 48 millas siguientes son libres para todos los barcos de la Unión Europea. Allí la competencia es brutal, y a menudo la pesca depende de tener una buena red de información. Constantemente llegan mensajes codificados a lo barcos, que ayuda a los patrones a tomar decisiones.

Que un barco cale sus redes cerca es señal de que las molas de atunes se mueven por aquí. Pero hay que esperar, no se puede ir en su busca a ciegas y precipitarse. Los aviones están batiendo la zona, un amplio radio al sur de las Baleares y pronto llegarán noticias.

 

Empieza la caza

Por fin éstas llegan, y la tripulación despierta con muestras de alegría de lo que parecía un expectante letargo. Llevan más de una semana sin pescar por culpa de los temporales y ahora con el tiempo calmo uno de los aviones de la compañía ha detectado una gran mola de atunes a 2 horas de navegación hacia el este. Sobre “La Frau” todos los ojos están abiertos. Se ha iniciado la cacería, hay que recuperar el tiempo perdido.

Los barcos están llegando a la zona y desde el avión se les acabará de guiar hacia los atunes. No hay ningún otro pesquero de la competencia a la vista. Las condiciones son perfectas. No se puede pedir más. Pero aun así nada está asegurado, los atunes pueden escaparse en el último momento si se falla en la maniobra de aproximación. Manel ha dado orden de iniciar el lance. Mientras los 1700 metros de red que lleva a bordo de “La Frau” caen al mar, el barco va trazando el cerco. Todo sucede con gran velocidad, y la tripulación , cada cual en su sitio, cumple con su cometido. Hasta que no se cierre el copo y finalice la maniobra, no se sabrá si ha sido un éxito o un fracaso.

Manel es optimista. Después de una rápida valoración a ojo nos dice: "creo que hay un buen puñado, de 100 toneladas para arriba. Pero ahora hay que asegurar las redes".

Pero todavía es pronto para saber cuantos atunes hay atrapados en el cerco, y si son grandes o pequeños. Mientras los buzos hacen una primera inspección ocular del botín, Manel llama a varios compradores y pacta con ellos la venta de la pesca. El mejor postor se llevará toda la mercancía.

 

La venta

Se acaba de cerrar el trato con los compradores y la noticia corre rápido hasta la tripulación que es parte interesada, ya que trabaja a un porcentaje del beneficio de las capturas. Ahora sólo hay que esperar a que lleguen las barcas de arrastre. Pero eso será mañana.

Sobre “La Frau” cae la noche con el trabajo hecho. Solo un rosario de barcas montan guardia a la vez que mantienen el cerco abierto para que los atunes tengan espacio para nadar y se tranquilicen, antes de ser trasvasados a las jaulas, que llegarán al día siguiente. Esta noche Manel Balfegó tiene razones para no arrepentirse de la decisión que tomó en su día de ganarse la vida pescando atunes como ya lo hizo su tatarabuelo.

Al día siguiente, a bordo de "la Frau" la alegría es comprensible. Una vez finalizado el recuento, se constata que no hay atún pequeño, todos son grandes. Una vez finalizado el trasvase a las jaulas del comprador, en ls redes han quedado unos 50 ejemplares, poco menos de un 10% de la captura. Estos rezagados serán pescados in-situ y servirán para establecer la tasación del banco. Las cifras son serias, “la Frau” ha pescado 300 toneladas de atún para su equipo, con un valor que ronda los 400 millones de pesetas. Pescas de este calibre son excepcionales y cuando se dan ayudan a salvar la temporada.

Mientras en las bodegas se acaban de ordenar los atunes, “la Frau” pone rumbo a Denia, donde llegará esta misma noche y sin interrupción iniciará la descarga. Ahora hay tiempo para relajarse después de la pesca. Mañana la historia volverá ha empezar. A los remolcadores, en cambio, les queda un largo camino hasta Murcia.

 

La historia de la pesca del atún en España

En España sólo 6 barcos de cerco están autorizados a faenar en el Mediterráneo. 4 de ellos son de la Ametlla de Mar. Los otros 2 son de San Carlos de la Rápita, al otro lado del delta del Ebro. La tradición de pescar atún en la Ametlla de Mar es tan antigua como el pueblo. Hasta finales de los años 50 se hacía con barcos Tunaires, pero también había una almadraba situada en la playa del mismo nombre. Ángela Llorca y Josefa Pérez vivieron aquella época en el poblado de pescadores que había en la playa. Unas viejas placas fotográficas se lo recuerdan.

La almadraba daba de comer a 25 familias, entre las que estaban las suyas. Con ella se pescaba toda clase de peces durante el año, y eso daba para llevar una vida sencilla. Pero cuando llegaban los atunes se alegraban las caras y se iniciaba un periodo de abundancia. Así año tras año se levantaba la almadraba, y cuentan que a veces se sacaban más de 1000 atunes. Pero un mal día, al final de los años 50, los atunes se alejaron de la costa para no volver más. Los veteranos pecadores (de la zona) lo atribuyen a la puesta en marcha de la papelera de Flix, Ebro arriba.

El hombre hace siglos que sabe que el atún es un recurso alimentario prodigioso, del que casi todo se aprovecha. Los antiguos romanos que conocían de su valor dejaron constancia de ello acuñándolos en sus monedas. El crecimiento del atún es rápido, en tan solo 3 años puede llegar a pesar 50 Kg. de puro músculo. Además al 5º año el atún ya es maduro para reproducirse.

 

La demanda japonesa: un obstáculo a la sostenibilidad

Los altos precios que alcanza el atún rojo en el mercado japonés, generan codicias sin fin. A mediados de la década pasada, numerosos palangreros de bandera de conveniencia competían con la flotas de la Unión Europea en aguas del Mediterráneo occidental, sin estar sujetos a ningún tipo de control sobre sus capturas.

Tras sucesivas denuncias, en 1997 la Unión Europea aumenta la zona de protección hasta las 60 millas y obliga a las flotas piratas a marchar. Hoy la presión pesquera sobre el atún rojo no ha disminuido, al contrario. La temporada pasada se detectaron a los pesqueros de bandera de conveniencia faenando en aguas de Libia, Argelia y otros países del Atlántico africano.

Ninguno de los países donde operan han firmado los acuerdos internacionales del ICCAT, por lo que tampoco cumplen sus recomendaciones, orientadas a una pesca sostenible.

Sobre el papel todo está reglamentado y controlado por las autoridades de cada uno de los países. Y estos son los que aportan los datos de capturas anuales al ICCAT, con los que realiza sus estudios y emite sus recomendaciones. Pero hace 3 años se descubrió que algo fallaba.

Jean Marc Fromentien es el responsable francés de los estudios sobre el atún rojo que se hacen para el ICCAT. En 1998 se dio cuenta que no coincidían los datos de capturas declaradas por los países de la Unión Europea con el tonelaje que entraba en el mercado de Tokio. De lo que se deduce que el ICCAT había estado trabajando con datos falsos, con lo que sus conclusiones sobre la valoración de los stocks y sus posteriores recomendaciones no eran científicamente válidas.

“El total que importa el mercado de Tokio es tres mil toneladas superior que el que había declarado este mismo país al ICCAT. Estas tres mil toneladas las consideramos el mínimo, ya que el ICCAT calcula que el 100% de las capturas hechas por nuestros países se exportan directamente al mercado de Tokio, y eso es falso. Esta es simplemente una parte, una gran parte, pero sólo una parte, porque hay otra que alimenta la demanda interior, hay un mercado interior y, además, otros mercados como el coreano. Es decir, sabemos con seguridad que al menos hay tres mil toneladas más que las declaradas. Tenemos estimaciones más o menos comprobadas.”

La retirada de los grandes pesqueros piratas del Mediterráneo occidental ha propiciado el crecimiento de otras flotas. La pesca deportiva es otro ejemplo de actividad bien reglamentada, pero de difícil control. La cantidad de atunes que se pescan cada año de esta forma es insignificante, si la comparamos con las capturas profesionales. Pero en este mundo también hay sus picarescas, y tras él se escudan un pequeño número de furtivos que viven de la pesca del atún con total impunidad.

 Las pesquerías del atún no serían lo mismo si no existiese el mercado japonés siempre ávido en su demanda. 120 millones de posibles consumidores. En el mercado central del pescado de Tokio, el más importante del mundo, cada día llegan cientos de atunes para ser subastados. Aquí no vale cualquier cosa, los japoneses comen el atún crudo y exigen un máximo de calidad. Por ello llevan un control férreo de todo el proceso, desde el momento de la pesca hasta la forma de congelarlo, menos 60 grados centígrados, o como transportarlo hacia sus mercados. Un atún puede llegar a pagarse en Tokio entre 15 y 20 mil pesetas el Kg. de media. Los lomos y la ventresca, las partes más preciadas, puede alcanzar precios mucho más altos.

 

Una familia pescadora

Peret Balfegó, cabeza de familia, siempre dice de él lo mismo, que es un pescador de "valor añadido". Mas que un sueño lo de Peret es un proyecto largamente meditado. Si algún día lo consigue con la ayuda del resto de pescadores del atún de la Ametlla de Mar, y de otros aliados que pueda encontrar, habrá culminado su carrera de pescador pionero, que supo adaptarse a los tiempos.

Se acaban de reparar los motores del “Tio-Gel”, aprovechando la parada obligatoria que se hace a mediados de verano, poco antes de que los grandes atunes marchen. Vamos a probar motores, con la familia de Peret a bordo. A mediados de agosto se volverá a pescar, ya sin jaulas hasta que los atunes desaparezcan.

Nada por aquí y nada por allá. Esta mañana, la avioneta de observación ha sobrevolado un buen trozo del mediterráneo, desde las Baleares hasta el golfo de León. Los atunes han desaparecido de la superficie del mar, no queda rastro de ellos. La temporada ha acabado y es hora de volver a casa

.

“No podemos afirmar del todo en cuantos años puede desaparecer el stock, pero sabemos que es un stock potencialmente frágil y fuertemente sobreexplotado, eso ya lo sabemos", afirma Peret.

 

Durante este mes de Abril, miles de grandes Atunes Rojos volverán a pasar del Atlántico al Mediterráneo, donde desovarán a principios de verano. El ciclo se repite y tras ellos volveremos a ver pescadores de todo tipo que tienen hoy el reto y el deber de conseguir una pesca sostenible. Si quieren continuar viviendo de los recursos que el mar les ofrece.

Jose Luis Secorún

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