Iniciamos el descenso. Bajo nuestros pies un fondo de arena blanco. Continuando la vista por el cabo del descenso se comienza a intuir la silueta de una “montaña sumergida”. Es “Luna reef”.
Con su característica forma de luna en cuarto menguante esta baja rodeada de arena nos permite hacer una sencilla inmersión navegando su perímetro, siguiendo la intersección de la arena y la roca.
Bogavantes, congrios, pulpos, un sinfín de especies vendrán a curiosear a nuestra llegada y si nos fijamos bien, adheridos a las gorgonias podremos contemplar el desarrollo de los embriones de tiburón que allí esperan a que les toque la hora de eclosionar.
Una inmersión sencilla con una cota máxima de 18m apta para todos los niveles. Completar el recorrido a paso tranquilo suele llevarnos unos 40 minutos, y para el que prefiera hacer un recorrido más corto nos queda la “cima” de la montaña. Una meseta repleta de flora y fauna en la que entretenerse buscando vida pequeña, nudibranquios, pequeños crustáceos…….
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